¡No falles con el equipamiento de tu clínica dental!
La atención a la salud dental debe ser una de nuestras prioridades. Acudir a una clínica dental, al menos, durante dos o tres veces a lo largo del año debería ser una obligación para todos nosotros. La salud dental es importante por varios motivos: si cuidamos nuestras piezas dentales, menos problemas tendremos en ellas; mejor será completar todo el proceso alimentario e incluso, aunque no haya problemas de gravedad, una revisión dental puede descubrir otros problemas de salud asociados a problemas dentales de un sencillo tratamiento.
Desde esta visión del usuario nos trasladamos a la visión de los especialistas en la salud dental y que buscan abrir una clínica dental. Aparte de los denominados trámites burocráticos, debemos fijarnos en la compra y venta de material odontológico, para lo cual deberán ponerse en manos de diferentes empresas especializadas en proveer a las clínicas dentales de los mejores utensilios y productos.

Si nuestro objetivo es abrir una clínica dental, de manera sencilla, detallaremos algunos de los pasos esenciales a completar hasta recibir a nuestro primer paciente. Lo primero, obviamente, es encontrar un local (o un piso) en el que podamos establecernos, para lo cual deberemos estudiar a nuestra competencia más directa. Es decir, deberemos escoger un lugar en el cual no haya otra serie de clínicas dentales.
Asimismo, deberemos cursar los pasos administrativos, como el permiso de apertura de la clínica dental; la búsqueda de un nombre y logotipo corporativo; el alta en el colegio profesional y encontrar a los proveedores necesarios para ir adquiriendo todos los utensilios básicos para dar un servicio óptimo a nuestros pacientes, desde aparatos de última tecnología al tradicional sillón y a unos simples alicates ixion.
Después de completar todos los trámites burocráticos, y haber obtenido las pertinentes licencias administrativas, surge una pregunta básica: ¿por dónde empezamos a dar forma a nuestra clínica dental? Lo recomendable es empezar realizando una lista con todo aquello que necesitamos comprar a nuestros proveedores de productos sanitarios y dentales. Si nos centramos en el mobiliario, lo habitual sería adquirir los denominados sillones dentales necesarios, y que deberán de ser los necesarios en función a los doctores, así como estancias, que trabajarán en el consultorio dental. Nombramos este aparato en primer lugar porque es un instrumento de uso tanto para los odontólogos como para los pacientes; el primero lo usará como su mesa de trabajo; y el paciente como ese lugar en el que ser tratado de manera óptima de sus dolencias dentales. Lo básico estará en que el sillón sea muy ergonómico para los pacientes y completo, en cuanto a utensilios para el odontólogo.
Posteriormente, deberemos adquirir el habitual taburete para el odontólogo (éste debe ser regulable en altura y ser giratorio); una mesa en la cual esté todo el material necesario; una mesa auxiliar que usará tanto el odontológo como sus ayudantes y todos aquellos aparatos necesarios para tratar de manera precisa a los pacientes. A saber: comprensor; aeropulidor; lámpara; escupidera; aparato de rayos X; uba de ultrasonidos; motor de aspiración, entre otros muchos aparatos que harán que nuestro servicio sea mucho más reconocido por los pacientes. En este listado, obviamente, debemos considerar si nuestra clínica dental será de mayor o menor tamaño en cuanto a los tratamientos a aplicar.
Instrumental médico y plantilla
Por otra parte, una vez que gestionamos la adquisición del mobiliario (no sólo el relacionado con la consulta, sino con la sala de espera, también, por ejemplo), deberemos encontrar proveedores que nos surtan del resto de utensilios habituales para dar el servicio: desde los cuantes hasta las pinzas de diques y sin olvidarnos de las agujas y anestesias; productos desinfectantes, gasas, cánulas, servilletas, mascarillas o gafas, entre otros muchos materiales que deberemos comprar. Asimismo, y a raíz de la pandemia del coronavirus, deberemos adaptar nuestra clínica dental a las medidas sanitarias para evitar contagios de este nuevo virus, tanto en el interior de la sala de consulta como en cualquier otra estancia de la clínica dental.
A ello, obviamente, deberemos incluir las medidas sanitarias habituales que impidan cualquier otro contagio. Con este fin, deberemos comprar los aparatos y utensilios necesarios que nos ayuden a esterilizar todo el instrumental médico de uso diario, y a ser posible que muchos de estos utensilios sean desechables, puesto que de esta manera evitaremos cualquier tipo de contagios, cuyo riesgo, debemos recordar que es grande, ya que se está en contacto directo con la sangre y con tejidos blandos. Ni que decir tiene que el uso de mascarillas y guantes es de obligado cumplimiento para todos los trabajadores de la clínica dental.
Si hablamos de trabajadores, finalmente, deberemos contratar (siempre que sea necesario) al personal necesario de acuerdo al tamaño que tenga nuestra clínica dental. Lo básico es contar con una persona que se encargue de la recepción de los pacientes (así como demás gestiones administrativas); un odontólogo que sea el experto que trate a los pacientes (debemos decir que éste debe estar titulado e inscrito en el colegio reglamentario) y un auxiliar, al menos, que le ayude en las funciones del día a día. El número de trabajadores irá en función del tamaño de la clínica dental, e igualmente la contratación de los perfiles irá acompasada de si los propietarios son odontólogos o no.

Apasionada del cuidado personal en todos los ámbitos: belleza, nutrición y meditación en particular.
Mi lema: Cada día un poquito más cerca de tu mejor versión. Puedes contactar conmigo a través de mi correo.